Diez años dan para mucho. A medio camino entre el ‘así que pasen cinco años’ de Lorca y el ‘veinte años no es nada’ de Gardel, en la vida de una empresa cotizada llegar a los diez años representa haber superado con éxito muchos exámenes de madurez, de gestión y de eficacia ante los mercados. El 5 de marzo de 2024, la socimi Lar España celebrará su décimo aniversario. Fuimos pioneros en el sector, de manera que abriremos la ronda de efeméridesentre las socimis que cotizamos en el Mercado Continuo.
La nuestra fue primera salida a Bolsa desde 2011. La anterior inmobiliaria que salió al mercado lo había hecho 7 años antes. Lar España nació “ex novo” a través de una colocación entre inversores institucionales por un importe total de 400 millones de euros, levantados con el propósito expreso de invertirlos en inmuebles terciarios para alquiler.
En el toque de campana en el Palacio de la Bolsa, nuestro presidente, José Luis del Valle, hizo el primer apunte de ese modelo diferencial corporativo: “Somos la primera socimi en cotizar en las cuatro bolsas españolas. Vamos a invertir en el sector inmobiliario español, sobre todo en el comercial, para añadir valor con una gestión a largo plazo. Creemos que eso es posible con los niveles de madurez del mercado actuales. Conseguiremos rentabilidades atractivas y, para eso, hemos elegido la figura de socimi y a Grupo Lar como gestora exclusiva. Creemos que tiene experiencia en la gestión y en la promoción de activos inmobiliarios. Seremos la sociedad de referencia en el mundo inmobiliario español de las socimi”.
Desde su constitución, Lar España se ha apartado del modelo inmobiliario terciario habitual hasta entonces, centrado en la localización de los activos. Prefirió centrarse primero en la calidad de los activos en sí, y después en una selección caso a caso, sin adquirir carteras, y convirtiéndose casi siempre en propietario exclusivo. El propósito era liderar la industria inmobiliaria del retail gracias al tamaño de su cartera, la calidad de sus activos y la eficiencia de su modelo de gestión. La mejora constante en esos tres objetivos nos ha permitido, a su vez, maximizarsiempre el valor aportado a accionistas, inquilinos y clientes finales.
En estos diez años, pocas cosas han tenido tanta repercusión en una empresa como su información financiera y no financiera; la claridad “en el número” y también en el gobierno corporativo y las políticas sociales y medioambientales. Una gobernanza transparente, con consejeros independientes reconocidos y abiertos a los distintos grupos de interés, es requisito indispensable para avanzar después en atención medioambiental y responsabilidad social.
La supervisión del Consejo y sus comisiones nos ha garantizado esa transparencia, los accionistas se sienten doblemente atendidos por la organización. Una buena información financiera y de ESG nos ha permitido más y mejores iniciativas sostenibles, que a su vez han repercutido positivamente en las condiciones y el rango de nuestra financiación.
En el sector inmobiliario, considerado sospechoso desde la crisis mundial de financiación de 2008, la transparencia, unida a la figura de las socimis, se ha convertido en respuesta eficiente y con garantíaspara impulsar la profesionalidad, la capacidad de desarrollo y la rentabilidad del sector.
Si esto es así en el ámbito inmobiliario, en el segmento del retail se ha convertido en un importante valor añadido. Por su capacidad de imbricación con la sociedad y el desarrollo urbanístico donde se ubican, los centros y parques comerciales se han convertido en fuente de progreso, de desarrollo, de digitalización y de inclusión social. Cuando todos esos valores se encauzan y se impulsan a través de la transparencia y del buen gobierno corporativo, los resultados, el compromiso y el desarrollo se vuelven mucho más transversales y eficientes.